Tanto las personas naturales como las personas jurídicas, pueden otorgar un Poder General Para Pleitos a favor de un Abogado,
para que este los represente en cualquier conflicto, acto o proceso en el que sea necesaria la intervención de un profesional del derecho, o en el que a criterio de la administración, sea más conveniente contar con una representación profesional en aras de proteger los bienes e intereses del poderdante.
Las empresas mercantiles otorgan Poder General para Pleitos a un Abogado, generalmente para representación en Demandas y procesos legales sean judiciales o extrajudiciales. Dicho Poder, permite a la empresa tener la flexibilidad de atender sus asuntos legales de manera independiente a los de carácter mercantil. De tal manera que la atención de la empresa, no es afectada por un asunto legal de manera directa, si no que la empresa, a través de su Apoderado Legal, puede dar seguimiento a sus asuntos legales, simultáneamente a los actos de comercio y actividades mercantiles que normalmente desempeña.